Aghata Christie.

Llevaba ya un cierto tiempo pensando qué nuevo contenido podría añadir a este pequeño rincón, para que no todo fuese compartir pequeños escritos o haceros partícipes de la opinión sobre mis lecturas.   Han acudido a mi cabeza varias opciones y la que voy a iniciar ahora viene propiciada por la iniciativa de #LeoAutoras de este pasado mes de octubre. En resumen, os iré ofreciendo una autora diferente cada mes. La primera es ella:


Agatha Mary Clarissa Miller Christie Mallowan, más conocida entre sus lectores como Aghata Christie. Nació en Devon el 15 de septiembre de 1890 y falleció el 12 de enero de 1976.
La autora creció en una familia de clase media alta y definía su infancia como una etapa feliz, declarándose afortunada por haber crecido rodeada de mujeres fuertes e independientes.
 Fue, ya desde niña, una lectora voraz y amante del teatro y los animales que disfrutaba pasando el tiempo libre en compañía de sus mascotas. 
 Si bien en un primer momento fue educada en su propio hogar, tras fallecer su padre, Aghata Christie  fue inscrita en una escuela femenina de Torquay, para más adelante trasladarse a París y continuar su formación en tres instituciones distintas. 
 Durante la Primera Guerra Mundial, la autora regresó a Torquay para ejercer de enfermera. Se mostraba feliz con aquella tarea, tanto que en un principio ejerció únicamente como voluntaria, sin percibir ningún salario por sus servicios. Esta etapa de su vida la marcaría en un futuro y aparecerá reflejada en sus obras posteriores.
 Su vida sentimental fue un tanto tortuosa. Esto, junto con la depresión contra la que luchaba tras la muerte de su padre, fueron las causas que se dieron públicamente para justificar su desaparición en el año 1926. Aunque la autora fue localizada, jamás explicó los motivos que la habían impulsado a marcharse sin dejar rastro.

En cuanto a su carrera literaria, Aghata Christie es conocida sobre todo por sus novelas policíacas; en especial por aquellas que incluyen al famoso detective Hércules Poirot. Sin embargo, su recorrido es mucho más extenso: además de las 66 novelas policiales y una serie de cuentos con fuerte presencia de elementos paranormales, publicó también 6 novelas rosas y 14 historias cortas, todas ellas bajo el seudónimo de Mary Westmacott.
 A pesar de su relación agridulce con el mundo editorial y de sus múltiples rechazos, Aghata Christie es hoy en día un gran referente en cuanto a novela policíaca se refiere. Su primer éxito llegó de forma definitiva con El asesinato de Roger Ackroyd, escrita en 1926.
 Su carrera fue recompensada con diversos premios y galardones, entre ellos el Grand Master Award, concedido por la Asociación de Escritores de Misterio.

 Podría continuar añadiendo datos, pues su vida siempre me ha parecido fascinante, pero el corazón me pide que también le deje hablar un poco.
 Aghata Christie ha sido una de mis autoras favoritas desde que comencé a leer. Porque, sí, por estas casualidades de la vida resulta que en mi casa apenas había libros infantiles y saciaba mi sed de letras con lo que podía rescatar de las estanterías de mis padres. Y allí estaba ella.
 La primera novela suya con la que me topé fue una edición de Diez Negritos, tan desgastada que casi podría decirse que la leí por pena. como suele decirse, el resto es historia.
 Desde entonces he devorado con ganas cada libro con su nombre impreso en la portada y hasta ahora, aunque no he leído tantos como quisiera, no me ha decepcionado. Mis favoritos siempre van a ser Asesinato en el Orient Express y Las manzanas. Como curiosidad añadiré que por este he tenido que patearme varias ferias del libro y librerías hasta encontrarlo de segunda mano y ser feliz cual perdiz.
 Si os soy sincera, no comencé a investigar sobre su vida hasta involucrarme en el feminismo. Puede parecer algo fuera de lugar, pero me ha ayudado a ser consciente de esa sombra que tiende a ocultar a las autoras y querer levantarla. Me interesaba descubrir a la mujer tras el seudónimo, a las manos que manejaban a Poirot y Miss Marple y en este ámbito tampoco me ha decepcionado.
 A título personal y ya no solo como amante de la novela policíaca, Aghata Christie me parece una mujer muy a tener en cuenta. Un pilar en el que inspirarse y del que aprender.
 Dedicó la mayor parte de su vida a formarse, a descubrirse y fue capaz de plasmar lo aprendido en sus obras. Me fascina sobre todo su fuerza, su reconocimiento a las mujeres que una vez formaron su entorno, su capacidad para continuar caminando a pesar de los baches tanto profesionales como personales. Sus ganas constantes de aprender.
 Por todo esto y mucho más he querido hacer de  Aghata Christie la autora del mes de noviembre. Os recomiendo encarecidamente que la leáis y, sobre todo, que investiguéis para conocerla un poco mejor. Lo prometo, valdrá la pena.

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